Victor Orban para reorganizar la derecha populista europea

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Matteo Salvini dl fisco

El primer ministro húngaro se reúne en Budapest con el líder de la formación italiana Liga, Matteo Salvini, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, con vistas reequilibrar alianzas El primer ministro húngaro, Victor Orban, ejerció este jueves de anfitrión en una reunión que podría agitar el equilibrio de poder de la derecha a nivel europeo. Los asistentes al encuentro en Budapest, el ex ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, comparten con el líder húngaro una visión nacionalpopulista del Viejo Continente. Ahora parecen dispuestos a aunar fuerzas y sentar las bases de una “nueva derecha” europea.

El encuentro viene precedido por la salida de los eurodiputados de la formación de Orban, Fidesz, del Partido Popular Europeo (PPE). El divorcio, que tuvo lugar tras años de conflictos por las políticas del Gobierno con el resto de partidos de centro-derecha europeos en materia de libertad de prensa y derechos humanos, se consumó el pasado día 18.

Desde entonces, en su búsqueda de nuevos aliados, Orban ha recurrido al partido Ley y Justicia (PiS) de Morawiecki, así como a la Liga, partido anti inmigración y euroescéptico de Salvini. Sin embargo, el PiS y la Liga de Salvini pertenecen a agrupaciones políticas europeas diferentes.

La Liga italiana de Salvini forma parte del grupo Identidad y Democracia de la Eurocámara, donde también está la Agrupación Nacional francesa de Marine Le Pen y Alternativa por Alemania (AfD). Por su parte, Ley y Justicia” (PiS) de Morawiecki está en el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, donde se encuentra también el partido español Vox.

“Hoy es necesario discutir la construcción de un grupo fuerte que defienda los valores tradicionales y normales sobre los que se ha desarrollado la civilización europea”, dijo Morawiecki antes de partir hacia la capital húngara.

Expertos coinciden en que es poco probable que de la reunión del jueves salga el compromiso en firme de crear un nuevo grupo parlamentario en la Eurocámara. Las metas serían menos ambiciosas y pasarían por coordinar una actuación conjunta, incluso una nueva organización, para captar a medio y largo plazo otros partidos de la derecha populista y la ultraderecha europea.

No obstante, la idea de un nuevo grupo parlamentario está sobre la mesa. Si las fuerzas de derecha no pertenecientes al PPE se agruparan, podrían constituir la segunda agrupación más grande del Parlamento Europeo -después del propio PPE- y ejercer una influencia significativa. Así lo ve Salvini, que aspira a todas luces a liderar este nuevo orden del populismo nacional con tintes de extrema derecha.

LA ALIANZA, LEJANA

El politólogo de la Universidad de Birmingham Daniele Albertazzi dijo a la agencia AFP que “no es irreal” que el PiS, el Fidesz y la Liga de Salvini puedan formar una agrupación común en el Parlamento Europeo, y añadió que estas formaciones tienen fuertes incentivos prácticos y financieros para hacerlo.

Sin embargo existe una falta de cohesión ideológica a la derecha del PPE en algunos temas. Todos son son críticos con la Unión Europea, consideran que tiene demasiado poder y que no respeta la soberanía nacional de cada estado, “pero cuando se trata de cosas como el reparto de los solicitantes de asilo… el Partido por la Libertad (holandés, liderado por Geert Wilders) y Orban tienen intereses muy diferentes a los de Salvini”, dijo Albertazzi.

Otro aspecto clave que divide a los líderes populistas son las relaciones con Rusia. Expertos señalan que es poco probable que el partido gobernante polaco Ley y Justicia (PiS), enemigo acérrimo del Kremlin, pudiera firmar una alianza con la Agrupación Nacional de Le Pen, que desde hace años mantiene una fluida relación con Moscú. La posición hacia el vecino del Este es clave y ha creado tensiones entre estas formaciones en el pasado.

Sea como fuere, Salvini dio a entender antes del encuentro que no es momento de sellar alianzas. Las conversaciones tendrían como objetivo la “creación de una carta común de valores, principios y objetivos”. “No vamos a hablar de equilibrios políticos, de la política europea, vamos a hablar de Europa, del trabajo, de la salud y del futuro.”, matizó antes de partir hacia Budapest. Y añadió: “También hablaremos de las políticas migratorias, de las alianzas internacionales, de la posición hacia Rusia, China y del papel que está desempeñando Turquía, que ese sí es un problema a las puertas de Europa”.

En el aspecto fiscal, dijo Salvini,” tenemos mucho que aprender, porque en estos dos países hay un sistema fiscal mucho más justo, rápido, ágil y eficiente que el de la burocracia italiana”.

El partido español Vox no tiene relación con la Liga de Salvini y de momento no entra en los planes expansionistas del ex ministro italiano. “No hay relación con Vox porque yo estoy con los derechos y las libertades en todas las latitudes y no voy buscando amistades”, dijo el político italiano hace unos días.

Atrás queda cuando Salvini incluía a Vox entre los “amigos” de su formación, o cuando el líder del partido español, Santiago Abascal, acudió a Roma como invitado de Salvini en septiembre de 2019. La relación entre ambas formaciones se fue enfriando y ahora Vox se encuentra más cerca del partido ultraderechista italiano Hermanos de Italia, liderado por Giorgia Meloni.

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